Distancias significativamente mayores: IMX ofrece distancias de conmutación cuatro veces superiores a las de los sensores convencionales, marcando un nuevo estándar para los sensores de proximidad inductivos. Las distancias de conmutación de hasta 50 mm garantizan un mayor rendimiento del proceso, lo que hace que IMX sea ideal para aplicaciones que, hasta ahora, resultaban impensables para sensores inductivos. En aplicaciones en las que el espacio es fundamental, los sensores IMX ahorran espacio de instalación al utilizar diseños más pequeños. Al mismo tiempo, la mayor distancia reduce los daños mecánicos. Su diseño robusto y duradero garantiza menos tiempos de inactividad, procesos estables y una alta disponibilidad de la instalación.